11 de diciembre de 2017

Un segundo más, un segundo menos.

Hay segundos en mi vida
en las mañanas, las tardes y las noches
segundos en el desayuno, el almuerzo,
la merienda, en la cena.

Hay segundos entre los segundo
instantes entre los instantes
momentos de verdadera inquietud
...

Vengo respirando muy poco en esos segundos
cuestionando toda mi existencia
casi veintiseis años de duda.
Es bastante.

Cada segundo, cada instante
cada causa y efecto.
La cuestión es que me cuestiono
absolutamente todo
y aún así no hago nada.

Acá estoy,
sentada frente a la computadora
no haciendo lo que debería hacer
no cambiando lo que debería cambiar.

Totalmente estancada en mí
mi mente sufre cada segundo
entre segundos, y entre segundos
entre seguir siendo Lara, o ser Lara.

Decídí que necesitaba un tiempo;
decidí que necesito un tiempo.
Nos alejamos, el se fue de casa
pero aún nos amamos entre los segundos.

Están todos estos instantes
en cada momento del día;
estaban ayer, estan hoy
seguro también estén mañana.

En la medida en la que poco respiro
más dificil se me hace,
es el autoboicot que me manipula
es querer salir y quedarte.

Me cuestiono y me dejo de cuestionar.
Necesito de estos segundos
pero no los puedo manejar
me abruman y acá estoy: estancada
no haciendo lo que debería hacer.

Este poema es un claro ejemplo
de cómo me boicoteo,
escribo en vez de hacer lo que debería estar haciendo.

Un segundo más, un segundo menos.