miércoles, 28 de noviembre de 2018

21 de noviembre de 2018

A veces ando sola por la casa,
abriendo puertas y ventanas
dejando entrar el aire caliente
del verano que se acerca.
Tengo un poquito de miedo,
imagino monstruos que vi en alguna película,
y camino rápido de un cuarto a otro
para que no me atrapen.
No me quiero dar vuelta,
no quiero ver lo que me persigue,
por eso cierro la puerta detrás de mi
sin si quiera mirarla.
Y ahí está,
BAM!
la puerta se cierra y la miro,
¿qué pasaría si se abriera sola?
Tal vez pierda la voz y no pueda gritar,
tal vez llore y la busque a mi vieja;
pero sé que la adrenalina
no me dejaría temer.
Sé que cuando no hay nadie más
[para resolver las cosas,
para enfrentar mis miedo]
me vuelvo más fuerte.

28 de octubre de 2018

Descubrí
que solo puedo escribir poemas
cuando estoy triste.
Tan hermoso como es: 
pasar mis dedos sobre el teclado
dejar que las palabras salgan,
no necesito de ellas cuando estoy bien.
Y qué mal, digo,
le hago a la poesía
lo que me hicieron a mi:
cuando están bien no me necesitan.
¿Y qué relación conservo con ella?
Si no la cuido y la visito cuando estoy bien,
si no la roso con mis dedos
y le doy vida...
Hace algunos meses me quede sola.
Yo estaba mal,
ellas estaban bien.
Fui la poesía.
Fui la poesía por que la escribí,
fui la poesía por que le pedí todo,
me dio un recoveco entre sus brazos
y fue la única que me ayudo a liberar mis tristezas.
Cuando no pude llorar escribí,
di vueltas entre mis palabras,
ella me abrió sus brazos cuando no daba para más,
fue mi amiga y yo la de ella.
¿Y hoy? ¿Qué pasa con hoy?
Si supuestamente estoy bien
¿por qué escribo?
Escribo porque, efectivamente, me siento mal;
mal de hacerle lo que no quiero que me hagan nunca más,
mal de romper mi palabra:
"no le hagas a los demás
lo que no te gusta que te hagan a vos misma".
Y no te pido perdón,
pedir perdón me parece tan exigente,
por que si no te perdonan ¿en qué queda todo?
Por eso, poesía, te digo que lo siento,
te cuento que me arrepiento,
que tratar de desnudar mi alma con vos fue tan importante
que te debo tanto, amiga.
Si elegís perdonarme, seré feliz,
si no, voy a vivir cada día para sentirlo,
para cambiar la cosas y crecer juntas.
Poesía, gracias por ser conmigo,
por no soltarme la mano,
por ayudarme a vomitar mis miedos.
Gracias por llegar a mi.

viernes, 13 de julio de 2018

13 de julio de 2018

Los alter-egos
que tomamos en la adolescencia
¿a los 26 siguen vigentes?

¿Qué de Lara Kim soy,
y qué de mi es Lara Kim?

Ser Lara Kim
o ser Lara Aylen
o ser Lara Salguero
o ser Lara Aylen Salguero...

Una esencia que me dieron
en el DNI, y me hizo ser;
Una esencia que construía
en mi mente, y me hizo ser.

Ser mí,
Ser mi ser artístico,
Ser mi ser bibliotecológico,
¿Mi , mi ser y mi ser son la misma?

¿Invoco a una sin las otras?

¿Dónde empieza y
dónde termina lo que me gusta?
¿Dond empieza y
dónde termina lo que no me agrada?

¿A quién elegiría?

Tal vez,
en el momento adecuado me elija.

lunes, 2 de julio de 2018

1 de julio de 2018

Tengo un cajón
que cada tanto revuelvo;
está lleno de esos sentimientos
que no puedo soportar.

Como si fueran llaves,
monedas, encendedores viejos,
pañuelos, cigarros y caramelos.
Están todos revueltos.

A veces lo abro por abrir,
a veces realmente necesito encontrar lo que niego.
A veces lo miro cerrado
y le tengo miedo.

Tan enredados como auriculares rotos,
palpitando cada vez que lo abro
y deposito algo nuevo;
sé que en algún momento podría a explotar.

Un día lo abrí y lo dejé así:
contemplé la maraña de suspiros,
lagrimas y poemas sin terminar,
después no lo podía cerrar.

Quisiera contar las sílabas de cada verso,
pero ese no es mi método:
sucede si fluye,
si lo tengo que pensar no me construye.

Por eso les tengo miedo
a esos sentimiento que, complejos,
me piden tiempo
y atribulan mis pensamientos.

Tengo un cajón
que cada tanto revuelvo,
está lleno de sentimientos
y hoy tengo miedo pero los vengo a afrontar.

sábado, 23 de junio de 2018

23 de junio de 2018

En este deja vú nos vimos,
nos tomamos de la mano.
No sabíamos de nosotras
y ahí estábamos.

¿Sabías lo que és?
Un deja vú ¿lo sabías?
Somos ella y yo,
su universo y el mio
sincronizados.

Raro,
absurdamente extraño
que suceda y se vuelva consciencia .
En este momento
dos de los multiversos se paralelizaron.

Cada acto, de cada persona,
en su entorno y en el mío;
distintos,
tan distintos y aún así
en este momento sentimos lo mismo.

Tenemos dos hermanos, madre y padre
hechos de distintas energías
en distintos planos energéticos
y aún así...

Ella allá, y también acá;
yo acá, y también allá;
nos sentimos, nos vimos
y en el plano de la semi-consciencia
nos tomamos las manos.

Fue liberador romper la soledad
de esos sentimientos que me aislaban.

Dirán que estoy loca.
No necesito del método científico para saber:
Ella allá y yo acá
no estamos solas.

lunes, 4 de junio de 2018

4 de junio de 2018

Hay días [como hoy]
en los que realmente creo
que la única forma de cambiar
es tocando fondo.

Dejarme llevar por la oscuridad:
fácil dirían, pero no es tan así;
hay un dilema en mi interior,
y la inteligencia no me lo permite.

Por que a decir verdad
no puedo pecar de ignorante,
no me dieron las herramientas para serlo,
por eso
estos pensamientos
vienen desde el lado más oscuro,
desde la racionalización.

Bailo en un abismo,
entre dejarme llevar por el viento y las olas,
y saber que en el aire no hay lugar que pisar.

Creí saber lo que me causaba dolor,
creí saber cómo curarme,
pero donde la motivación se ve empujada hacia abajo
solo queda una desesperanza egoista.

¿La gente cuenta realmente conmigo?
Los busco y no los encuentro,
ni con un mensaje de texto,
ni siquiera a través de los tiempos.

Entonces esos días [como hoy]
en los que me refugio en mis palabras
y trato de salir de nuevo
[pero no puedo, o no quiero ¿a quién le importa?]

"Es obvio, todos viven sus vidas
¿tanto te la vas a creer?
Andá y viví, ¿o sos pelotuda?"

Aflojar el cuerpo, y también la consciencia,
reirme de lo que me pasa, nunca afrontarlo.
Tomar las letras de cada palabra
y usarlas como un puñal.

¿A dónde voy cuando me dejo llevar?
No soluciono nada.
¿Quiero solucionarlo?
¿Tengo la energía, las ganas, la motivación, la esperanza, los saberes, la paciencia?

Cuando no sabes esperar
te das a ella,
que te toma de los hombros y los agita,
las respuestas serán ahora o no serán.

Y por eso:

Hay días [como hoy]
en los que realmente creo
que la única forma de cambiar
es tocando fondo.

Dejarme llevar por la oscuridad,
fácil dirían, pero no es tan así;
hay un dilema en mi interior,
ya me cansé de pensar.

27 de noviembre de 2017

Hay un agujero negro en mi estómago
que poco a poco
va consumiendo mis sentimientos.

Atrapa todo lo que lo rodea
crea una singularidad de experiencias
que distorsionan el espacio-tiempo

y sentís que no hay retorno a la normalidad.

Un agujero negro.
Desconocemos su interior
pero sabemos que va chupando todo;

como seres de este universo
todos lo presenciamos,
todos lo sentimos alguna vez.

Si habláramos de multiversos
tal vez hablaríamos de otra experiencia,
más agradable o más extraña,
pero acá es así.

Una situación, una vivencia
y un agujero negro
en nuestro estómago
que atrapa la felicidad.